Otro clásico realizado, la carrera de la mujer. Este año rodeada de más camisetas rosas conocidas. El metro a tope de mujeres a primera hora de la mañana, increíble la que se ha montado en Madrid. Este año una fiesta mucho más lucida, con una climatología envidiable y un día de lo más bonito para disfrutar. Mucha foto, mucha pose y muchas sonrisas.
Dejábamos a las nuevas en su zona de carrera, a ver si el año que viene se animan a trotar un poco, y mientras, las tres de siempre intentábamos situarnos en un lugar donde poder correr desde el principio, pero era una aventura difícil de cumplir, así que cuando ya no podíamos avanzar más, esperamos el comienzo de la carrera con la esperanza de que a lo largo del recorrido se abriesen huecos y pudiésemos coger nuestro ritmo. Pero a esta carrera hay que ir con talante más de fiesta que de otra cosa y es que es complicado con 33.000 dorsales sumados a la gente que no consiguió dorsal pero no querían perderse el ambiente que se respiraba en cada calle.
Como siempre ha sido un placer correr con mis chicas, siempre pendientes las unas de las otras, con un ojo en la carrera y el otro en no dispersarnos demasiado y poder llegar a meta al mismo tiempo.
Pero en esta crónica de hoy sobran las palabras. Me quedo con el día en imágenes.
Hala, otra carrera añadida a tu historial. Me encanta que lo disfrutes!
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Y a mi compartirlo y que me sigas leyendo. A ver si te animas y me acompañas aunque sea unos metros el año que viene. 🙂
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Grandeeeeeeeeess!!!! Qué chulada que lo disfrutes así y que lo compartas con Anita!!!!
Besos, atletas.
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A ver cuando repetimos una juntos y nos vemos al principio y en meta. Jeje
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